Nuevo proceso constitucional: ¿Y qué opina la gente?

Como Movimiento por el Agua y Los Territorios Chile, estimamos que dadas las características del nuevo proceso constituyente en marcha, serán las organizaciones territoriales que conforman nuestra organización las encargadas de definir su camino a partir de sus perspectivas y realidades. Respetamos las decisiones y determinaciones que adopte cada organización y territorio respecto de su eventual participación en este proceso constituyente.

Fuimos parte del proceso constituyente anterior y de la opción Apruebo, siguiendo el mandato de los territorios. Sigue planteado el desafío de acabar con una constitución basada en un modelo de crecimiento permanente, extractivista y subsidiario y que consagra al Agua como propiedad privada. Buscamos reemplazarla por una nueva constitución basada en el reconocimiento de los derechos de la Naturaleza, del Agua y los seres vivos, en una relación de interdependencia, con derechos humanos, sociales y ambientales.

A partir de las conclusiones emanadas de nuestro último Encuentro Plurinacional (Chiloé, 2023) y asambleas posteriores a éste, vemos con alarma las limitaciones del actual proceso, el que desde nuestra mirada colectiva resulta ilegítimo. Los consejeros que serán electos en mayo se pronunciarán sobre un texto constitucional escrito por falsos expertos, designados por los mismos partidos políticos que defienden y perpetúan el modelo y quienes no poseen competencias para abordar la crisis.

Hemos pasado de una convención que se declaraba en estado de emergencia climática y ecológica, a una que no da respuesta a la crisis ecológica que vivimos y mantiene el Agua como una mercancía, entre otras falencias graves. Basta con ver el contenido del capítulo “Protección del Medio Ambiente, Sostenibilidad y Desarrollo”.

Esto ocurre en medio de la conmemoración de los 50 años del golpe cívico militar que posibilitó la instalación del modelo extractivista vigente. El proceso constituyente en marcha es de carácter profundamente antidemocrático y conforma un grave atentado a la democracia exigida por nuestros pueblos. El dedo “experto” está borrando los avances logrados en la convención anterior en muchas materias sociales, ambientales y de derechos fundamentales. También está eliminando los principios de gestión ecológica del Estado, respeto a la biodiversidad y protección de los animales, entre muchos otros; está desapareciendo toda alusión a los pueblos indígenas, a los afrodescendientes, a los migrantes y a sus derechos. La participación popular está siendo reducida a meras opiniones sobre los puntos en discusión. Todo aquello apunta a una reformulación y maquillaje de la constitución que se pretendía eliminar. Los artículos sugeridos por los mal llamados “expertos” son sólo una vía para restaurar el orden político y preservar los privilegios históricos de los dueños de Chile. Mientras, sigue avanzando el despojo de la mano de nuevos megaproyectos con foco en el litio, el hidrógeno verde y las tierras raras y el daño a glaciares, se profundiza el robo del agua y se invade tierras agrícolas, entre otros atentados a la biodiversidad y al buen vivir.

Por lo anterior declaramos nuestra total inconformidad con este proceso. Urge esforzarnos por dar respuestas desde los territorios a estas agresiones. Llamamos a fortalecer nuestras organizaciones, nuestras redes y alianzas nacionales e internacionales, a desarrollar y apoyar las economías locales y a mostrar la relación que existe entre la crisis de la vida, la delincuencia, la sequía y la represión con el modelo económico vigente, basado en la explotación y destrucción de la Naturaleza.

¡A RECUPERAR EL AGUA Y A FRENAR EL SAQUEO EN LOS TERRITORIOS!