Soberanía alimentaria y Pueblo Mapuche
16 de octubre de 2025
por Genoveva Antinao, Fundación Mapukimün
Hoy es el Día Mundial de la Soberanía Alimentaria, que se define como el derecho de los pueblos, comunidades y países a determinar sus propias políticas agrícolas y alimentarias, garantizando el acceso equitativo a los recursos productivos, la sustentabilidad ecológica y la autodeterminación territorial. Este enfoque surge como respuesta crítica al paradigma agroindustrial global, que ha promovido una creciente dependencia tecnológica y química en la producción agrícola, afectando tanto la seguridad alimentaria como la integridad ambiental y sociocultural de los territorios.
Los pueblos indígenas constituyen un referente fundamental para la puesta en práctica del concepto de soberanía alimentaria, debido a sus sistemas agrícolas tradicionales basados en principios agroecológicos y en una gestión sostenible del territorio. En el caso del pueblo mapuche, las prácticas agrícolas y de recolección se articulan en torno a una cosmovisión que reconoce la interdependencia entre los elementos naturales (itxofill mongen), promoviendo la resiliencia ecológica y el mantenimiento de la diversidad biológica.
Desde una perspectiva técnico-política, la soberanía alimentaria se diferencia de la seguridad alimentaria en que no se limita a garantizar la disponibilidad de alimentos, sino que incorpora variables estructurales como el control sobre los medios de producción, la protección de la biodiversidad cultivada y la participación comunitaria en la toma de decisiones. En este sentido, cuestiona la hegemonía del modelo agroexportador y de los sistemas de monocultivo altamente dependientes de agroquímicos, fertilizantes sintéticos y organismos genéticamente modificados (OGM), señalando sus impactos en la contaminación de suelos y aguas, la erosión genética y el deterioro de la salud humana.
El Movimiento por Agua y Territorios MAT trabaja por la construcción de la soberanía alimentaria, incluida en el punto 10 de su Decálogo del Agua: ”Que la gestión comunitaria del agua se base en el fomento de la agroecología y las economías territoriales, que permitan garantizar la soberanía alimentaria y con esto la autodeterminación de los pueblos”.