Altos de Tablaruca: otro gigante eólico amenaza de nuevo a Chiloé
El pasado 7 de junio fue ingresado al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) el proyecto eólico de la empresa Atlas Renewable Energy “Altos de Tablaruca”, el cual afectaría casi 400 hectáreas comprendidas entre la comuna de Chonchi y Quellón para la construcción de la Línea de Alta Tensión y cerca de 2600 hectáreas de turberas para la instalación de aerogeneradores, ecosistemas claves para el almacenamiento de agua en Chiloé.
Preocupación ha generado en las organizaciones y comunidades del territorio de Chiloé el avance del proyecto “Altos de Tablaruca” el que consiste en 38 aerogeneradores de 271 metros de altura, 184 torres de alta tensión en una línea de transmisión de 51 kilómetros, con una capacidad de generación de 304 MegaWatts.
El proyecto de Atlas Renewable Energy se suma a la cartera de proyectos de generación y transmisión de energía eólica, la mayoría de los cuales están planeados para desplegarse en la alta cordillera del Piwchen, Collil y Pirulil en la isla grande de Chiloé, afectando directamente turberas, bosques y humedales. Esta acción es vista por los habitantes como un riesgo para el almacenamiento y la disponibilidad de agua, un recurso que ha escaseado en varias localidades rurales recientemente.
Recordemos que desde el 14 de marzo de 2024 se ha emitido una nueva declaratoria de zona de escasez hídrica por el Ministerio de Obras Públicas, decretada por un año y aplicada a toda la Provincia.
Estado de Alerta
Muchos sitios de valor cultural, paisajístico, turístico y de conservación estarían dentro del área de afectación, como los esteros Cudehue y Notuco, los rios Trainel, Tarahuin, Coihuin, Púlpito, Natri, Molulco, el Santuario de la naturaleza del lago Huillinco-Cucao y el Santuario de Púlpito, entre otros.
Actualmente, el proyecto se encuentra en periodo de “participación ciudadana” proceso donde las personas pueden ingresar al sistema, observaciones en torno a los impactos que generaría el proyecto en cuestión. Sin embargo, hasta la fecha, solo algunas personas han participado en las instancias convocadas por el SEA, lo que pone en alerta a vecinas y vecinos del sector que ven con preocupación la falta de información de la ciudadanía y la no transparencia en el proceso.
Al respecto, Marcela Garrido, miembro del Comité Ambiental Comunal y vecina del sector Miraflores de la comuna de Chonchi, afectada directa del proyecto, sostiene que: “El proceso de participación tiene un problema que es de base, y es que no son vinculantes, porque aunque haya una comunidad que se oponga a este tipo de proyectos, hay un comité político compuesto por las Seremias que votan y lo hacen muchas veces sin escuchar la voz de quienes vivimos en el lugar afectado”.
Y agrega, “este proceso de participación tiene como mecanismo el ingreso de observaciones y a partir de esto, se van a plantear mitigaciones, que en el caso de la empresa Atlas, propone mitigaciones económicas que no vienen a enfrentar los problemas ambientales que va a traer el proyecto. La mitigación económica no va a resolver la escasez de agua cuando se intervenga la turbera, que es una de nuestras grandes preocupaciones”.
Sumado a la amenaza que corren los espacios naturales, también está el temor por afectación a la salud mental de las personas de estos territorios, “yo disfruto de los lagos y los humedales y habemos muchos que valoramos estas características del territorio, y esto se va a ver drásticamente modificado por un tendido eléctrico, que hoy día no existe de esa envergadura en Chiloé”, comparte Marcela.
Las afectaciones biológicas irreparables
En conversación con Raul Espoz, ingeniero forestal e integrante del comité ambiental comunal de Chonchi expresa que el proyecto “Altos de Tablaruca”, no se configura desde un principio precautorio que asegure reconocer con certeza la envergadura de sus impactos, o sea la discusión sólo está sujeta a un escenario de tensión de opiniones sobre los impactos identificados por la misma empresa que es la interesada en ejecutar este proyecto, en el fondo, no resguarda el patrimonio cultural ni biológico asociado al ecosistema forestal”.
“En lo biológico las afectaciones sobre los suelos y modificaciones de las funciones sostenedoras de la vida de un ecosistema son irreparables, pues modifican nichos ecológicos de una comunidad de flora y fauna, se intervienen los acuíferos generando impactos sobre cuencas cuya área de influencia está lejos de ser debidamente considerada, como la existencia de especies arbóreas protegidas, el estado de vulnerabilidad de todos los componentes de acuerdo a la UICN y otros estándares”.
Además, se acumulan una serie de incertidumbres que no se resuelven con la información proporcionada por el Servicio de Evaluación Ambiental a través del Estudio de Impacto Ambiental elaborado por la empresa, concluye el profesional forestal consultado sobre los impactos que generaría la ejecución de este proyecto energético.
Comunidades afectadas
Algunas comunidades indígenas del territorio nuevamente se ven enfrentadas a una amenaza de una empresa que quiere ocupar parte de su territorio para el desarrollo de energía eólica. Pablo Inaicheo, Lonko de la comunidad Coiwin de Compu menciona “Nosotros en abril de este año dijimos que no vamos a permitir que pase la línea de alta tensión por nuestro territorio y se lo hemos dicho al SEA, ellos tienen todos los antecedentes y son los que deben decidir si se aprueba o no este proyecto, ellos se tienen que ahorrar los problemas con la provincia de Chiloé porque esto no es solo con la comunidad”.
Pese a los cuestionamientos que pueda haber del proceso de participación ciudadana convocado por el SEA y actualmente abierto a la comunidad de Chonchi y Quellón, se hace el llamado a informarse y a participar de estas instancias. Así mismo, se insta a la organización comunitaria para expulsar este y otros proyectos energéticos que piensan intervenir áreas vitales para la isla de Chiloé y su comunidad.
