A fines del año 2012, diversas organizaciones defensoras de la naturaleza de Arica a Punta Arenas agrupadas en el Encuentro anual “AguAnte la vida” decidimos articularnos bajo la necesidad de unirnos y de fortalecernos mutuamente en nuestras resistencias socioambientales ante un modelo económico, de tipo extractivista y neoliberal, que explota los territorios.
Así, acordamos realizar una movilización conjunta en torno a la defensa y preservación de las aguas para dar una señal de alerta a las autoridades e inversionistas -que se han enriquecido con la mercantilización del elemento vital- y motivar el despertar de una población que aún no se había hecho consciente de que sin agua no hay vida y debemos defenderla
La jornada de movilización del año 2013 consistió en concentraciones territoriales el día 22 de marzo (día mundial del agua) para, luego, el día 22 de abril (día mundial de la tierra) confluir en una gran marcha en Santiago, siendo La Moneda el punto de término de 4 brazos de movilización que representaban a los territorios del norte, del sur, de la cordillera y del mar.
La movilización giraba en torno a un pliego de demandas, entre las cuales se encontraban:
- Poner fin al lucro y a un modelo que normaliza la propiedad sobre el agua
- Establecer una gestión comunitaria del agua, asegurando sus prioridades de uso;
- La derogación de los instrumentos que privatizan el agua y las nacientes de cuencas, como el Código de Aguas y el Tratado Binacional Minero
- La dictación con urgencia de leyes que protejan los ambientes fragilizados, en especial de todos los ecosistemas glaciares y periglaciares de nuestro país
- El fin de la criminalización de la protesta social que utilizan las autoridades a favor de las empresas
- La construcción de una nueva constitución, a través de una Asamblea Constituyente y soberana
Una vez finalizado este primer hito movilizatorio, las organizaciones que formamos parte de la marcha nos reunimos en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile para decidir las acciones a seguir. Momento en que definimos replicar esta movilización todos los años. Así fue como en el 2014, nuevamente, se replicó la experiencia en Santiago. En el 2015, en Valparaíso. En el 2016, en Temuco, y en el 2017 en Concepción. Es en el año 2017 cuando nuestro movimiento, que había pasado de llamarse “Movimiento Social por la Recuperación y Defensa del Agua y la Vida- MSRAV” a “Movimiento por el Agua y los Territorios – MAT”, decide en “Encuentro Plurinacional por el Agua y los Territorios” de Concepción que la movilización del 22 de abril ya no se realizaría en una sola ciudad del país, sino que se replicaría anualmente en las distintas plazas principales, dotándola así de un carácter plurinacional.
Además, en ese mismo año se estableció que la movilización podría tener distintas expresiones que no solo implicaran marcha. Entendiendo así a los actos culturales, jornadas de muralismo, activismo digital, concentraciones, intervenciones y pasacalles como otras formas de movilización
En cuanto a las demandas, con el tiempo estas se fueron robusteciendo. Para el 2017, demandábamos que se nos garantice el derecho al agua para la vida humana y natural, así como el derecho al buen vivir y a las soberanías territoriales y alimentarias. A la vez, incorporamos como demanda que no se aprueben tratados de «libre comercio» negociados en secreto y sin evaluación de sus impactos.
Por su parte, para el año 2020 sumamos dos ejes centrales al pliego de demandas:
- Alcanzar el “Buen Vivir” mediante las alternativas al desarrollo, que incluyen gestión comunitaria y ancestral, agroecología, resguardo de la semilla ancestral y economías solidarias, locales y cooperativas.
- Salir del antropocentrismo consagrando a la Naturaleza como sujeta de derechos que le son intrínsecos, reconociendo también los derechos propios de los seres vivientes y elementos que la componen, como las aguas.
Ya lo sabes, todos los 22 de marzo y 22 de abril, organízate y prepárate para marchar ¡Por el agua y los territorios!